domingo, 30 de octubre de 2011

¿EXISTE UN MODELO PRIVILEGIADO DE COMPREHENSIÓN DE LO REAL?

Esta pregunta en un principio puede parecernos algo compleja e incluso nos puede costar entender su significado. Para poder entender bien este problema en primer lugar intentaré definir la palabra modelo, y una definición más o menos general de modelo podría ser la siguiente: persona u objeto que sirve como pauta para imitarlo o copiarlo. En segundo lugar también explicaré la palabra privilegiado. La mayoría de los diccionarios definen el término privilegiado como aquello que disfruta de algún privilegio, es decir, que goza de alguna ventaja con respecto a los demás.
Y para acabar con la explicación de la pregunta, terminaré diciendo qué es y a qué se refiere la parte de la pregunta que hace referencia a comprehensión de lo real. Comprehensión de lo real significa simplemente ver la realidad.
Entonces, la pregunta planteada significaría en su conjunto: ¿existe un modo ejemplar de ver la realidad?

Existen muchas formas diferentes de ver la realidad.
Para un religioso el modelo ejemplar o privilegiado de ver la realidad será la propia religión, puesto que para él la religión intenta explicar el origen de la vida a partir del origen divino (Dios), y esta será para aquel religioso la mejor manera de ver la realidad.
Y para un científico el modelo ejemplar de comprehensión de la realidad será la ciencia, ya que la ciencia intenta explicar todo basándose en hechos y pruebas.

Mi respuesta frente a esta compleja pregunta es que realmente no existe un modo ejemplar de ver la realidad.
Los argumentos que utilizaré para defender mi tesis serán los  siguientes:

-          No existe un modelo ejemplar de ver la realidad porque todos son por igual modelos, modelos diferentes que intentan dar una explicación distinta a las cosas y explicar el origen de cualquier cosa de la forma más correcta según su posición.

-          No existe una forma correcta de ver la realidad porque para cada persona existe un modelo distinto que responde mejor a los porqués de la vida, y creo que el modelo que cualquier persona puede considerar privilegiado está íntimamente relacionado con nuestras creencias.

Por lo general, creo que la mayoría de las personas y entre ellas me incluyo yo, en el caso de que sí existiera un modelo privilegiado para ver la realidad, dirían que este modelo sería la CIENCIA, porque intenta explicar las cosas, como todos los demás modelos, pero para dar esa explicación se basa en hechos reales y demostrables.

En conclusión, desde mi punto de vista no existe un modo mejor frente a los demás de ver la realidad, existe modelos distintos, pero ninguno mejor que el resto.

sábado, 22 de octubre de 2011

¿POR QUÉ NOS CUESTA RECONOCER NUESTROS ERRORES?



Con esta pregunta me refiero a la actitud que mostramos cuando nos equivocamos y tendemos a negar lo que hemos hecho e incluso a culpar a los demás de nuestros actos, actitud que mostramos desde pequeños, por ejemplo cuando en el colegio rompíamos algo y nos justificábamos diciendo que había sido el compañero de al lado.

Esta pregunta puede tener multitud de respuestas diferentes porque existen opiniones distintas.
Generalmente nos cuesta reconocer nuestros errores por miedo, por temor a equivocarnos. Ahora bien, ¿Qué significa equivocarnos? La Real Academia Española (RAE) define la palabra equivocar como: tener o tomar algo por otra cosa, juzgando u obrando desacertadamente. Es decir, obrar o actuar de manera incorrecta o de una forma diferente a la que se esperaba.
Esto es algo que a todo el mundo asusta y nos hace a veces no actuar ante el temor de que las consecuencias de nuestros actos no sean las que realmente queremos.

Pero, ¿por qué este miedo a equivocarnos si dicen por ahí que “todo” tiene solución? Quizás sea porque el miedo es necesario. Además toda equivocación, en cierta medida, tiene su lado positivo y su lado negativo, la probabilidad de que las consecuencias sean negativas suele ser normalmente mayor que la probabilidad de las positivas.
Pero realmente las consecuencias o la consecuencia positiva de cualquier equivocación nos puede hacer aprender algo nuevo y crecer como humanos, que posiblemente nos resulte de gran utilidad y así poder contrarrestar aquella consecuencia negativa que no nos agradaba en un principio.

Lo importante es que en cada equivocación existe una gran parte positiva: que de los errores se aprende.

En conclusión, creo que nos cuesta reconocer nuestros errores porque nos avergonzamos de ellos, creemos que no podemos equivocarnos por lo que mostramos miedo a errar, pero debemos admitir que los errores forman parte de nuestra vida y por esto debemos aprender a convivir con ellos, algo que la mayoría de las personas aún no sabemos.

sábado, 15 de octubre de 2011

¿POR QUÉ NOS IMPORTA LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS?

La opinión que causamos en los demás es algo que a todo el mundo le gustaría saber, incluida yo.
Cada persona tiene una opinión personal, es por eso por lo que tenemos miedo a aquello que pensarán de nosotros, porque pueden pensar tantas cosas…Esta intriga puede ser por lo que puedan pensar de nosotros, porque aquello que piensen nos puede gustar o no.
La opinión de los demás sobre nosotros puede llegar a afectarnos, porque si realmente no nos conocen puede ser que su opinión sea totalmente opuesta a la realidad y que nos juzguen indebidamente.
A todos los humanos, nosé si será por curiosidad o por cualquier otra cosa siempre nos interesa lo que los demás piensen, y no solo sobre nuestro aspecto físico, nuestra forma de ser, sino por todo en general, y eso nos pasa porque nos dejamos influenciar por los demás, nos dejamos guiar y es algo que no podemos evitar porque somos así por naturaleza, el hecho de ser humanos nos hace ser de esta forma.
Otra de las respuestas a esta pregunta es por el famoso ¿qué dirán? Porque esta es una pregunta que todos alguna vez nos hemos hecho, ya que son múltiples las respuestas que puede tener porque cada uno tiene una opinión personal a la de cualquier otra persona.
A mi, y por eso me hago esta pregunta, me importa la opinión que los demás tengan sobre mi, pero a otra persona también le puede importar lo que yo piense de ella, porque nosotros también tenemos una opinión sobre los demás que a ellos les puede gustar o no, pero es nuestra opinión.
A todos nos gusta que la impresión que causemos sea buena, porque nos gusta ser aceptados por los demás, que los demás tengan una buena impresión de nosotros.
En conclusión, nos importa la opinión de los demás porque a cualquiera ya sea chico, chica, niño, adolescente, adulto, a todos lo que nos gusta es gustar a los demás.

jueves, 6 de octubre de 2011

¿POR QUÉ HAGO COSAS QUE NO QUIERO?

Esta pregunta es una pregunta que abarca multitud de curiosidades y que nos hace reflexionar, además también tiene gran cantidad de respuestas diferentes.

En principio querer hacer implica tener voluntad o determinación de ejecutar algo, y cuando hago algo lo hago o bien porque quiero o por el contrario, porque no quiero pero existen una serie de razones por las que tengo que hacerlo.

Generalmente creo que casi todo aquel que hace cualquier cosa sin querer hacerla es simplemente porque alguien, ya sean sus padres, profesores, etc le obligan a hacerlo. Por ejemplo, cuando en clase nos mandan las llamadas lecturas obligatorias el propio nombre indica que no tienes otro remedio que leerlas si quieres aprobar, aunque mirado desde otro punto de vista si no quiero hacer algo no lo hago y asumo las consecuencias que esto acarrea.

Otro motivo también de gran peso es porque realmente me conviene hacer algo, y con el término conveniente me refiero a oportuno, provechoso, es decir, que si tengo que hacer cualquier tarea y no me gusta, o me cuesta trabajo, o no se hacerla, tengo que poner todo el empeño para realizarla para que me cueste menos y sea más amena ya que posiblemente todo mi esfuerzo se vea recompensado.

Además si realmente no quiero hacer algo, lo único que tengo que hacer es no hacerlo, pero ¿qué es lo que verdaderamente quiero hacer?, al surgirme esta pregunta también me planteo cuál de las dos cosas: la que no quiero hacer y la que si quiero hacer es mejor para mí.

En conclusión, creo que todo aquello que se supone que en un principio no queremos hacer, finalmente si lo queremos hacer por los diversos motivos que he citado anteriormente.