sábado, 28 de enero de 2012

¿POR QUÉ HACEMOS LO QUE NOS CONVIENE Y NO LO QUE QUEREMOS?

La mayoría de las personas, o por lo menos una parte importante de ellas no hacemos aquello que nos gusta o que queremos, sino lo que nos conviene, por eso he decidido hablar hoy sobre este tema.
Desde mi punto de vista, existen múltiples razones por lo que generalmente hacemos lo que nos conviene y no lo que deseamos.
En primer lugar, creo se debe a que el ser humano simplemente por naturaleza es un ser egoísta, es decir, que no mira por los demás, tan solo mira por su bien y su beneficio. Unos más y otros menos pero existen numerosas circunstancia en la que cualquiera de nosotros haya echo aquello que le conviene a él mismo pensando sólo en lo que puede obtener de ello y no mirando también por el bien de los que están a nuestro alrededor.
En segundo lugar, también pienso que hacemos lo que nos conviene y no lo que queremos porque no queremos equivocarnos, por miedo a fallar y a cometer un error; aunque por otro lado yo soy de esas personas que creen que cuando hacemos lo que nos conviene en lugar de hacer aquello que realmente queremos hacer estamos cometiendo un error irreparable, el peor de los errores que podemos perpetrar. Además, no deberíamos hacer lo que nos conviene por miedo a equivocarnos ya que somos seres humanos y todo ser humano se equivoca y tiene derecho a rectificar su propio error, e incluso a aprender de él.
En tercer lugar, creo que actuamos así porque siempre creemos que es mejor aquello que se supone que nos conviene que lo que realmente queremos, normalmente suele ser mejor lo que nos conviene que lo que queremos pero no siempre es así. Además, yo pienso que porque lo que nos conviene sea mejor que lo que queremos no debemos hacer lo que creemos que puede ser mejor para nosotros porque creo que debemos intentar hacer lo que queremos porque lo que realmente nos puede hacer feliz es lo que queremos no lo que nos conviene.
Finalmente, pienso que en muchas ocasiones hacemos lo que nos conviene porque por mucho que queramos hacer lo que deseamos creemos que eso que queremos es imposible, es decir, nos vemos incapaces de conseguir lo que queremos y actuamos de forma sencilla haciendo lo que nos conviene porque además de que nos conviene es más fácil de alcanzar que lo que queremos.
Por otro lado, habrá personas que piensen que lo que nos conviene es lo que queremos, pero yo creo que no siempre es así. Por ejemplo, casi todos los adolescentes estudiamos porque es lo que nos conviene para nuestro futuro, para poder estudiar y tener un buen trabajo, pero eso no es lo que realmente queremos.
También, podemos pensar que hacemos lo que queremos y no lo que nos conviene, pero desde mi punto de vista creo que esto no es cierto porque siempre dentro de aquello que que queremos buscamos en mayor o en menor medida lo que nos conviene. Por ejemplo, un jugador de fútbol hace su trabajo porque le gusta y porque jugar al fútbol es lo que realmente quiere, pero además le saca partido a su trabajo porque gracias a él obtiene un buen salario.
En conclusión, creo que existen diversas razones por las que actuamos así, principalmente porque somos egoístas y solo miramos por nuestro bien, también por miedo a equivocarnos y porque normalmente pensamos que lo que nos conviene es mejor para nosotros que lo que realmente queremos, e incluso porque creemos que lo que queremos es una meta inalcanzable. Desde mi punto de vista, esta forma de actuar es un gran error porque creo que ya que somos libre debemos hacer, siempre dentro de unos límites, lo que queremos.

viernes, 13 de enero de 2012

¿OPTIMISTA O REALISTA?

Hoy he pensado hablar a la vez sobre dos temas diferentes, el optimismo y la realidad, porque son términos cuyos significados son diferentes pero que a la vez están estrechamente relacionados y, además, porque estos conceptos influyen en las personas, de modo que puede haber personas optimistas y personas contrarias pero a su vez parecidas, que son realistas.
Cuando hablamos de una persona optimista, hacemos alusión a aquella persona que tiende a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, es decir, a sacar la parte buena de algo; mientras que cuando hablamos de una persona realista, nos referimos a la persona que actúa con sentido práctico o que trata de ajustarse a la realidad, es decir, que trata de ver las cosas desde un punto objetivo.

Pero, ¿qué es mejor, ser realista u optimista?
La tesis que voy a defender es que para nosotros mismos es mejor ser realista por diferentes motivos.

En primer lugar, como he dicho antes, ser realista es ver las cosas desde un punto de vista objetivo. Ver las cosas como verdaderamente son nos puede ayudar a evitar engañarnos a nosotros mismos porque si vemos las cosas como queremos verlas para nuestro beneficio en lugar de asimilarlas como son lo único que conseguiremos es engañarnos a si mismos.

En segundo lugar, la realidad consiste en conocer la verdad tal y cómo es, y asimilarla ya se corresponda con la realidad que nosotros queremos o no, pero esa realidad es la única verdad y debemos aceptarla. Además, la realidad es objetiva y que sea objetiva nos puede ayudar a ver la verdad tal y cómo es y no creer en una verdad ficticia que no existe y que posiblemente no nunca existirá.

En tercer lugar, conocer la realidad tal y como es nos permitirá no llevarnos posteriores desilusiones que se pueden ocasionar al creer en una realidad que no existe, y evitar así ilusionarnos sin motivos porque si nos ilusionamos sin tener ningún motivo de peso después nos llevaremos una decepción mayor que si en un principio hubiésemos aceptado aquella realidad que nos disgustaba.

Por otro lado ser optimista también puede tener su parte buena, porque ser optimista es pensar que algo es superable y ver nuestros problemas y fracasos de un modo distinto, es decir, sacarles su parte positiva.
Además, a veces, la realidad no es de la forma que queremos que sea, sino todo lo contrario, aquello que no desearíamos por ningún motivo, por ejemplo, es en estos casos el optimismo es verdaderamente bueno para nosotros porque éste nos hace pensar que somos capaces de superar esa realidad que en un principio nos desagradaba y que veíamos imposible, de esta forma, al pensar esto, el positivismo nos mueve a actuar en lugar de aceptar esa realidad contraria a la que desearíamos y quedarnos parados intentando aceptarla.

En conclusión, creo que de estos dos conceptos es mejor ser realista en lugar de optimista, aunque ser optimista también puede tener su parte positiva, porque el ser una persona realista nos puede ayudar a evitar engañarnos a nosotros mismos, a conocer la realidad tal y cómo es, es decir, desde un punto objetivo y simplemente aceptarla, y además nos permite evitar llevarnos posteriores desilusiones que puedan ser causadas por una percepción contraria de la realidad.
Aunque, por otro lado, ser optimista también tiene una parte buena, porque el ser optimista nos puede ayudar a superar nuestros propios retos, a tener una percepción de los problemas y fracasos que en un principio nos atormentan totalmente distinta e incluso a conocer la propia realidad aunque nos desagrade y movernos a actuar para procurar superarla.
  

martes, 3 de enero de 2012

¿QUÉ ES LO REALMENTE IMPORTANTE?

Hoy he decidido hablar sobre todo lo relacionado con la importancia de las cosas porque diariamente hablamos de lo que es importante pero, generalmente, cuando hablamos de aquello que es importante no sabemos totalmente lo que es importante o lo que verdaderamente es significativo para nosotros mismos.
Por un lado, creo que el significado de importante varía según las personas puesto que nadie somos igual que otra persona sino que existen personas diferentes, quizás por el lugar donde hayan nacido, sus creencias, o simplemente porque lo que vemos en nuestro entorno es lo que hacemos o creemos.
Mientras que para una persona que se dedique a estudiar los estudios tendrán notable importancia, para otra persona que se dedique al trabajo, el trabajo será para el lo importante. Según el punto de vista desde donde se mire el significado de importancia varía porque cada persona considera importantes diferentes aspectos.
Por otro lado, también considero lógico que todo sea importante, porque todo en mayor o menor medida tiene cierta importancia. Por ejemplo la salud de un familiar o directamente la nuestra tiene gran importancia, mientras que, se estropeé el ordenador de casa también tiene importancia pero menos que nuestra propia salud, por eso creo que todo tiene importancia, hasta el más mínimo detalle.
Por lo general lo que realmente consideramos importante la mayoría de las personas es aquello que nos hace felices, que nos gusta o que nos puede aportar algo.
La felicidad es el objetivo de cualquier persona por eso creo que es importante, al igual que lo importante varía de unas personas a otras, aquello que nos hace felices también varía según las personas o las situaciones porque quizás en un momento determinado lo que me hace feliz no es lo que en otra situación me llenaría de felicidad o lo que a mi me hace feliz a la persona que tenga al lado no le satisface, pero lo que si todas las personas tenemos en común es que consideramos que la felicidad de los que nos rodean y la nuestra propia son realmente importantes.
Otro aspecto que consideramos importante es todo lo que nos puede aportar algo, ya sea ahora o en un futuro próximo, por ejemplo una parte importante de los adolescentes consideramos importante nuestros estudios porque probablemente lo que estudiemos o si estudiamos o no condicionará nuestra forma de vivir en nuestra edad adulta, es decir, consideramos importante estudiar porque en nuestro futuro nos puede aportar algo bueno.
También consideramos importante todo aquello que nos gusta porque de alguna forma lo que nos gusta está relacionado con nuestra felicidad, por ejemplo un jugador de baloncesto considerará que el baloncesto es importante para él porque el baloncesto es lo que le gusta y jugar a él le hace feliz.
En conclusión, creo que existen diferentes puntos de vista sobre lo que es importante que varían según las personas pero que a la vez todo en cierta medida es importante, unas cosas más y otras menos pero todo tiene algo de importancia, pero en general creo que la mayoría de las personas califican como importante todo aquello que nos gusta o que nos satisface y que nos puede permitir alcanzar la felicidad e incluso todo lo que nos puede beneficiar o aportar algo bueno para nosotros ya sea en un presente o en un futuro.

lunes, 26 de diciembre de 2011

¿POR QUÉ CRITICO LO QUE LUEGO YO MISMA HAGO?

Hoy he pensado hablar sobre esta pregunta porque criticar es algo que todo el mundo hace, que es casi una necesidad,  y creo que nunca nadie se para a pensar el porqué.
Criticar es básicamente juzgar cualquier cosa, pero a la crítica a la que quiero hacer referencia no es una crítica positiva sino a la crítica negativa, es decir, a sacar la parte mala de algo. Nadie se libra de ser criticado y tampoco nadie no critica, pero unos son más criticados y otros critican más.
La crítica puede ser por diversos motivos pero creo que principalmente se debe a la envidia, por el simple hecho de sentirnos superiores e incluso por costumbre.

En primer lugar, y creo que es la razón más evidente es que criticamos por envidia. La envidia nos caracteriza a los seres humanos, pero ¿qué es la envidia? La envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno, y además yo creo que existen dos tipos de envidia: la buena y la mala. Por ejemplo, cuando dicen que envidia que guapa es, pero luego por envidia decimos pues no es tan guapa, no me gusta su pelo, etc. Empezamos a sacar cosas malas de esa persona o algo como consecuencia de la envidia y sin darnos cuenta que muchas veces por envidia imitamos lo que nos gusta, de forma que hacemos lo que anteriormente nosotros mismos habíamos criticado.

Por otro lado y relacionada con la envidia, se encuentra la sensación de sentirnos superiores y que normalmente nos gusta tanto. En este caso criticamos algo porque le damos valores negativos a ese algo y por decirlo de alguna manera asignamos valores positivos a lo nuestro, es decir, hacer lo nuestro superior. Por ejemplo, criticamos los zapatos de alguien por envidia y luego recurrimos a decir los míos son más bonitos, asignando así superioridad a nuestros zapatos, es decir, lo nuestro es siempre mejor que lo de los demás.

Por último, también criticamos por costumbre, quizás sin darnos cuenta y es que si nos paramos a pensar la mayoría de las críticas que hacemos las hacemos de forma inconsciente, tal vez porque tampoco sabemos con certeza el significado de la palabra criticar. Adoptamos la costumbre de criticar igual que la costumbre de lavarnos los dientes después de comer, por ejemplo cuando expresamos nuestra opinión sobre algo nosotros no creemos que lo estamos criticando sino que estamos expresando nuestro punto de vista, pero quizás si de lo que estamos opinando es sobre alguna persona, esa persona lo puede tomar como una crítica porque en realidad lo es. Incluso en muchas ocasiones criticamos sin darnos cuenta lo que nosotros mismos hacemos.

Criticar no creo que sea algo totalmente malo ya que muchas veces gracias a la críticas aprendemos cosas nuevas y podemos mejorar lo criticado, pero siempre cuando se haga una crítica hay que hacerla con buenas intenciones y sin intentar mediante esa crítica hacer daño a la persona criticada porque igual que nosotros criticamos somos criticados.

En conclusión, creo que criticamos sobre todo porque los seres humanos somos envidiosos, pero además porque nos gusta sentirnos superiores y otras muchas veces es que ni siquiera nos damos cuenta de que lo que realmente estamos haciendo sea criticar, aunque luego eso que hemos criticado lo hagamos nosotros mismos.





domingo, 18 de diciembre de 2011

¿PODRÍA LA FILOSOFÍA ACLARAR ALGO ACERCA DEL SENTIDO DE LA EXISTENCIA?

En un principio la pregunta puede parecer algo compleja y complicada, algo a lo que no estamos acostumbrados a responder porque simplemente puede parecer algo demasiado difícil para poder cuestionarnos. La filosofía además es todavía para nosotros un mundo desconocido e incluso temible, puesto que no sabemos con certeza lo que puede ser.
Preguntar por el sentido es algo que siempre, desde tiempos remotos el ser humano ha hecho y creo que seguirá haciendo. Cuestionarnos sobre el sentido de algo puede significar cosas diferentes; por un lado podríamos hacer alusión a aquello que hace a algo inteligible, o bien, podríamos estar preguntando por el objetivo final de ese algo.
Ahora bien, ¿qué es la existencia?, la Real Academia Española define existencia simplemente como el acto de existir, pero además incluye una acepción que hace referencia a existencia en términos filosóficos, y la define como: por oposición a esencia, realidad de un ente cualquiera. En el léxico del existencialismo, existencia humana.
Mi postura frente a la pregunta planteada es que sí que la filosofía como saber nos puede aclarar algo acerca del sentido de la existencia, puesto que incluso dentro de la propia filosofía existe una corriente denominada existencialismo a la que muchos autores han contribuido a explicar y entender. Además desde mi punto de vista creo que el sentido de la existencia en menor o mayor medida está relacionado con la finalidad o los objetivos planteados. Los argumentos que utilizaré para reforzar mi tesis son:
La filosofía parte de que el mundo y la vida son comprensibles y esto nos lleva a preguntarnos sobre el sentido del mundo, la vida, la existencia, etc.
En primer lugar el mundo y la vida tienen una finalidad que es inseparable de la naturaleza, es decir, que surge de la propia naturaleza, este es el fin de muchas personas, que está relacionado con la física aristotélica.
En segundo lugar, la existencia tiene un fin que va más allá del mundo natural, este será el sentido de la existencia para todos aquellos que se posicionen en el pensamiento cristiano.
Para el pensamiento cristiano tiene gran importancia el fin último por lo que aquellos posicionados en el pensamiento cristiano deberán determinar aquí como han de vivir su vida mortal.
En tercer lugar, la existencia por lo general no tiene sentido, lo que verdaderamente tiene ese sentido son las acciones de nosotros mismos, de los seres humanos, que somos capaces de plantearnos fines que poder alcanzar. Por lo tanto, el sentido de la existencia de cualquier persona será aquel que la misma persona le quiera dar.
Pero las tres razones nombradas anteriormente tienen en común que el ser humano tiene que decidir qué hacer con su vida, cualquier ser humano tiene que averiguar en qué consiste para cada uno el sentido de su existencia y una vez descubierta esa razón simplemente llevarla a la práctica.
Por otro lado, la filosofía aclara que sea cual sea el camino que tomemos para afrontar el problema de la pregunta planteada sobre el sentido de la existencia, los seres humanos siempre tenemos que tomar decisiones sobre qué hacer con nuestras propias vidas porque quizás esto pueda determinar diferentes factores como nuestro fin último.
Para finalizar, la filosofía es entre otras muchas cosas un saber radical, y que la filosofía sea un saber radical quiere decir que busca la raíz de todos los problemas, en este caso de la existencia.
De esta forma la filosofía también contribuiría a aclarar el sentido de la existencia puesto que como saber radical que es busca la raíz de cualquier problema simplemente para encontrar algún sentido a todo lo demás.
En conclusión, creo que la filosofía sí que puede ayudar a aclarar algo acerca del sentido de la existencia, y quizás sea uno de los saberes que mejor pueda aclarar este sentido porque la filosofía se preocupa de buscar los problemas del ser humano e intentar dar una respuesta lógica a todo, e incluso desde diferentes puntos de mira como puedan ser la religión, la ciencia, la literatura, etc.

sábado, 3 de diciembre de 2011

¿TIENE TODO SENTIDO?

Hoy voy hablar sobre esta pregunta porque es algo que me he preguntado en muchas ocasiones y que realmente algunas veces dudo.

Con esta pregunta intento buscar respuestas a que si todo o todos en este mundo tenemos una razón de ser o finalidad. Esta pregunta creo que es algo que todos alguna vez en momentos en los que estamos más bajos de ánimo nos hemos preguntado.

En algunos momentos, nos sentidos aturdidos y desorientados y es cuando nos preguntamos cosas como ¿tiene sentido? ¿qué hago aquí? Creo que en cierta medida cuando nos hacemos estas preguntas es por la rutina, porque el simple hecho de hacer día tras día lo mismo nos puede confundir y llegar a plantearnos estas preguntas.

Además yo creo que el hecho de hacernos estas preguntas va ligado a nuestro estado de ánimo, puesto que cuando nos ocurren cosas malas que nos desagradan siempre tendemos a reflexionar sobre temas como este.





Dicen por ahí que sí que todo tiene algún sentido. Yo, personalmente en mi tesis voy a defender este dicho o refrán. Creo que todo en la vida tiene en mayor o menor grado algo de sentido o por lo menos eso es lo que me gusta creer. Verdaderamente si todo tiene sentido es algo que con total certeza nunca podremos saber, pero yo pienso que siempre debemos pensar que sí que tiene sentido porque va encadenado y si algo no tiene sentido tampoco tendrá sentido cualquier otra cosa que esté relacionada con la anterior  y así sucesivamente, hasta el punto de que nada tendría sentido.


Todo tiene sentido porque absolutamente todo, incluidas las personas tenemos un objetivo o una meta final. Por ejemplo, ¿tiene sentido que estudie? Yo creo que sí porque quizás ahora realmente estudiar no sea lo que más me guste, me gusta más estar con mis amigos, salir, en general divertirme, pero el estudiar también tiene sentido porque es necesario para alcanzar los objetivos que quiero conseguir.


En conclusión creo que todo tiene sentido, porque siempre hay algo que nos impulsa a seguir y a ver las cosas desde una perspectiva mejor, o por lo menos eso creo que es lo que debemos pensar ya que si creemos que algo no tiene sentido llegaremos a pensar que nada tiene sentido.

sábado, 26 de noviembre de 2011

¿POR QUÉ ME CUESTA ASUMIR LAS COSAS NUEVAS?

Las cosas nuevas son algo que a todos siempre nos cuesta asumir o acostumbrarnos a ellas. Para poder entender la pregunta planteada definiré la palabra asumir.
La RAE define la palabra asumir como: hacerse cargo, responsabilizarse de algo, admitirlo.
De acuerdo con esta definición se podría decir que asumir es aceptar algo.
Para poder responder bien a la pregunta, continuaré explicándola. Llamamos cosas nuevas a aquello que anteriormente no habíamos vivido o experimentado.
Luego entonces, otra forma de poder entender la pregunta sería: ¿por qué me cuesta aceptar aquello que anteriormente no había vivido o experimentado?

Creo que el principal motivo por el que nos cuesta asumir las cosas nuevas es por lo que nosotros llamamos miedo, y el miedo es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Pero existen miedos a muchas y muy diferentes cosas, en este caso principalmente creo que se trata de miedo a todo lo que es desconocido, a sentirnos desorientados y por miedo a la novedad.

En primer lugar el miedo a lo desconocido nos acompaña a los humanos en muchas ocasiones puesto que enfrentarnos a situaciones que no conocemos nos resulta difícil ya que no sabemos si aquello que no conocemos nos saldrá bien o mal. Por ejemplo, el hacer una exposición en clase, algo que no hemos hecho anteriormente y que es desconocido para nosotros, nos puede causar miedo.

También, por miedo a una de las características que mejor nos describe, la desorientación, el sentirnos desorientados. Esta situación es realmente incómoda, no saber como actuar, si hacer una cosa u otra, hacer algo de una manera concreta o no, etc. Esto siempre es algo que nos provoca miedo.

Además, como la propia pregunta dice: “las cosas nuevas”, es decir la novedad, que es la cualidad de algo nuevo para nosotros y que normalmente nos atemoriza. Siempre habrá gente a la que le gusten las cosas nuevas, pero por lo general lo nuevo asusta.

En conclusión, como he dicho en la tesis, creo que esta dificultad de asimilar las cosas es mayormente por miedo, miedo a lo desconocido, la novedad e incluso la desorientación. Esto es algo que a todo el mundo nos cuesta y que a mi personalmente no me gustaría que fuera así, pero creo que es algo que siempre nos sucederá.