sábado, 28 de abril de 2012

¿NUESTRAS DECISIONES SON LAS RESPONSABLES DE NUESTRO FUTURO?


Hoy he optado por hablar de la importancia de nuestras decisiones, y he decidido hablar sobre este tema porque creo que es algo que a todos alguna vez, reflexionando sobre este asunto, se nos ha pasado por la cabeza preguntarnos ¿qué hubiera pasado si hubiera hecho esto? Y esta serie de preguntas que nunca podemos responder.
Mi respuesta frente a la pregunta planteada es que sí que nuestras decisiones afectan a nuestro futuro, y no solo eso sino que también creo que son las únicas responsables de él.
En primer lugar, creo que las decisiones si influyen en nuestro destino porque el hacer una cosa u otra ahora, en un presente, hará que nuestro futuro sea de una u otra forma, es decir, de alguna manera las decisiones podrán, por decirlo de alguna manera, manipular a lo que se supone que es nuestro destino. Pero llegados a este punto cabe preguntarse, ¿es que acaso exite el destino?
Existen números ejemplos que día a día nos demuestras que nuestras decisiones, ya sean más o menos importantes, influyen sustancialmente en nuestro destino.
Por ejemplo, que una persona decida dedicarse a ayudar a personas en aquellos países desfavorecidos, hará que conozca y que se mueva en un entorno totalmente distinto al entorno en el que se encontraría si hubiera decidido trabajar como abogado en un buffet de abogados cerca de su hogar.
Con el ejemplo anterior, se ve perfectamente que nuestras acciones o decisiones de ahora serán realmente importantes para el futuro, porque si en el caso anterior esa persona hubiera optado por trabajar como abogado su vida hubiese sido totalmente contraria a la que actualmente tiene.
En segundo lugar, creo que nuestras decisiones son las responsables de nuestro futuro porque creo que nuestro futuro en sí son nuestras propias decisiones, es decir, que más que el destino existen las decisiones y que en el supuesto caso de que existiera el destino, nuestras decisiones complementan a este, puesto que creo que el destino no puede existir si de ante mano no hemos tomado una serie de decisiones.
Por otro lado, habrá quien pueda pensar que nuestras decisiones no afectan para nada en nuestro futuro, y para justificarlo dirán que el destino es algo que desde el día en que nacemos lo tenemos escrito y que nada, ni siquiera, nuestras decisiones más importantes podrían cambiarlo. Pero yo creo que no están en lo cierto simplemente porque pienso que la vida es como un juego de azar y que puede cambiar de un momento a otro como consecuencia de nuestras propias decisiones o bien de decisiones ajenas a nosotros.
En conclusión, desde mi punto de vista, las decisiones de ahora son realmente importantes para nuestro futuro más cercano puesto que elegir u optar por una cosa u otra puede hacer que nuestra vida sea de una forma o totalmente contraria a la anterior. Además también pienso que nuestro futuro depende de nuestras decisiones porque nuestro futuro en sí se constituye gracias a nuestras decisiones anteriores y que el destino no puede existir si antes nosotros mismos no hemos decidido puesto que creo que la vida es como un juego de azar y que nuestras decisiones pueden dar un giro a nuestras vidas.

martes, 6 de marzo de 2012

¿Existen culturas mejores que otras?

La pregunta planteada es una pregunta abierta, a las que como es lógico solo podemos responder que sí o que no.
En principio puede parecer algo compleja porque quizás no entendamos que nos están intentando preguntar e incluso porque existen tantas culturas diferentes, que es difícil asignar unos criterios que nos permitan distinguir unas de otras.
 Para poder entender la pregunta, debemos saber cual es el significado de cultura. Desde mi punto de vista, la cultura es algo adquirido desde el día en que nacemos, que depende totalmente del lugar geográfico donde nos encontremos. Por ejemplo, la cultura europea es como su propio nombre indica característica de Europa, mientras que la cultura arábiga es característica de los países africanos.
Mi respuesta frente a la pregunta planteada es que claramente no existen culturas mejores que otras y creo esto por diversas razones:
En primer lugar, creo que existen muchas culturas y digo muchas porque pienso que la cultura puede llegar a ser algo incluso característico de cada persona, y cada persona puede tener su propia cultura, diferente al resto de las demás pero no por ello mejor. Es decir, creo que existen gran cantidad de culturas, ninguna mejor que otra, simplemente diferentes entre sí.
Cada persona puede pensar que su cultura es mejor que el resto de culturas pero ante este caso cabe preguntarse, ¿qué hace que una cultura sea mejor que otra?
En segundo lugar, en mi opinión creo que tenemos asignado un mal concepto en cuanto a que una cultura sea mejor que otra, puesto que por lo general la mayoría de las personas creen que el factor que determina que una cultura sea mejor o peor que otra es la tolerancia, piensan que una cultura es mejor cuanto mayor tolerante es, es decir, cuanto más nos permite y más capaz es de respetar nuestras ideas y creencias, pero esto no es así.
Por ejemplo, aquellas culturas de lo países en los que está permitido decapitar a las mujer como castigo no son peores que otras como por ejemplo la cultura que más o menos existe en Europa, simplemente son culturas diferentes con valores asignados diferentes.
Otro ejemplo también puede ser el de aquellas culturas en las que comer cucarachas o cualquier otro tipo de animales que en nuestra cultura no sean normales comer. Que en una cultura se coman cucarachas no implica que esa cultura sea mejor o peor porque probablemente en aquellas zonas en las que comen estos tipos de animales no existen otros como los que pueden existir en Europa, por esta razón también creo que la cultura está estrechamente relacionada con la zona geográfica en la que vivamos.
Habrá quien piense que sí que pueden existir culturas mejores que otras, y creo que pueden pensar de esta forma por lo dicho anteriormente, puesto que para calificar una cultura como buena o como mala se dejan guiar por el criterio de tolerancia, es decir, creen que una cultura es mejor cuanto mayor tolerante sea. Por ejemplo, las culturas que prohíben beber alcohol serán consideradas peores por aquellos que utilicen como criterio la tolerancia, o las culturas que no permiten que las mujeres puedan salir a la calle sin compañía de su esposo también serán consideradas peores por la misma razón.
En conclusión, mi respuesta ante la pregunta ¿existen  culturas mejores que otras? Es rotundamente que no puesto que creo que pueden existir muchas culturas que sí que son diferentes pero eso no implica que unas sean mejores que otras. Por otro lado también creo que la cultura no está relacionada con la tolerancia y que eso en muchas ocasiones nos puede confundir y hacer pensar que sí que existen culturas mejores que otras, además, pienso que la cultura también está determinada por el lugar geográfico donde nos ubiquemos. 

sábado, 18 de febrero de 2012

¿PODEMOS CONOCER LA REALIDAD TAL Y CÓMO ES EN SÍ MISMA?

Hablamos y manejamos el concepto de realidad a diario, quizás, sin saber con certeza cuál es su significado. Existen diferentes formas de entender la realidad según las distintas corrientes o concepciones filosóficas, una de ellas es el realismo, que trata de ver que tienen o que no tienen en común el entendimiento y la realidad, otra totalmente distinta es el idealismo, que considera que no podemos acceder directamente a la realidad externa.
La tesis que voy a defender es que desde mi punto de vista no podemos conocer la realidad tal y cómo es, es decir, estoy de acuerdo con la fundamentación idealista por diversas razones.
En primer lugar, creo que no podemos conocer la realidad tal y cómo es en sí misma porque para conocer algo, cualquier cosa, ese algo debe ser antes objeto de mi propia experiencia, es decir, que para poder establecer una verdad antes debo haber experimentado ese algo porque si no tengo experiencia de eso no puedo saber ni conocerlo en sí mismo.
Por otro lado, para poder conocer algo, como he dicho antes, ese algo debe ser antes objeto de mi experiencia, pero para poder tener el objeto de la experiencia debo antes tener impresiones, tales como colores, olores, deseos, etc. Y si no he experimentado antes esas impresiones no puedo conocer puesto que las impresiones son necesarias para el conocimiento, es decir, de lo que no tengo ninguna impresión no puedo tener ningún tipo de conocimiento.
En segundo lugar, creo que no podemos conocer la realidad tal y cómo es porque no sabemos que es la realidad, es decir, no sabemos diferenciar lo que es real y lo que no porque confundimos lo real con lo irreal. Un ejemplo típico es el caso de los sueños, los sueños no sabemos si son reales o tan solo se trata de un simple sueño, al igual que tampoco sabemos si lo que en una ocasión estamos viviendo es verdad o no, ya que podría ser que se tratase tan solo de un sueño y no de una realidad.
Además, para conocer algo necesito tener experiencias y solo puedo experimentar lo que siento y para conocer algo necesito sentirlo, es decir, el conocimiento es como una serie de cadena, es el pez que se muerde la cola porque para conocer necesito una serie de factores y sin uno de ellos el conocer no es posible.
También habrá personas que piensen que si podemos conocer la realidad tal y cómo es en si misma porque creerán que la realidad son todas las cosas por lo tanto opinarán que sí que se puede conocer la realidad tal y cómo es, pero si fuese cierto que la realidad es todo sería imposible conocerla tal y cómo es porque existen muchas realidades distintas y es imposible conocerlas todas, pero además no estarían en lo cierto creyendo que la realidad es todo porque continuamente vivimos ejemplos que nos demuestran que todo no es real, como el ejemplo que he dicho anteriormente, los sueños, los sueños no son realidad, tan solo son nuestras propias imaginaciones.
En conclusión, creo que la respuesta a la pregunta planteada es que no se puede conocer la realidad tal y cómo es porque para poder conocer algo se necesitan una serie de factores que son indispensables para poder conocer, como tener objeto de la experiencia, y a su vez impresiones y experiencias, pero además creo que no podemos conocer la realidad en sí misma porque es imposible conocer algo sin saber antes con certeza lo que es ese algo.

sábado, 28 de enero de 2012

¿POR QUÉ HACEMOS LO QUE NOS CONVIENE Y NO LO QUE QUEREMOS?

La mayoría de las personas, o por lo menos una parte importante de ellas no hacemos aquello que nos gusta o que queremos, sino lo que nos conviene, por eso he decidido hablar hoy sobre este tema.
Desde mi punto de vista, existen múltiples razones por lo que generalmente hacemos lo que nos conviene y no lo que deseamos.
En primer lugar, creo se debe a que el ser humano simplemente por naturaleza es un ser egoísta, es decir, que no mira por los demás, tan solo mira por su bien y su beneficio. Unos más y otros menos pero existen numerosas circunstancia en la que cualquiera de nosotros haya echo aquello que le conviene a él mismo pensando sólo en lo que puede obtener de ello y no mirando también por el bien de los que están a nuestro alrededor.
En segundo lugar, también pienso que hacemos lo que nos conviene y no lo que queremos porque no queremos equivocarnos, por miedo a fallar y a cometer un error; aunque por otro lado yo soy de esas personas que creen que cuando hacemos lo que nos conviene en lugar de hacer aquello que realmente queremos hacer estamos cometiendo un error irreparable, el peor de los errores que podemos perpetrar. Además, no deberíamos hacer lo que nos conviene por miedo a equivocarnos ya que somos seres humanos y todo ser humano se equivoca y tiene derecho a rectificar su propio error, e incluso a aprender de él.
En tercer lugar, creo que actuamos así porque siempre creemos que es mejor aquello que se supone que nos conviene que lo que realmente queremos, normalmente suele ser mejor lo que nos conviene que lo que queremos pero no siempre es así. Además, yo pienso que porque lo que nos conviene sea mejor que lo que queremos no debemos hacer lo que creemos que puede ser mejor para nosotros porque creo que debemos intentar hacer lo que queremos porque lo que realmente nos puede hacer feliz es lo que queremos no lo que nos conviene.
Finalmente, pienso que en muchas ocasiones hacemos lo que nos conviene porque por mucho que queramos hacer lo que deseamos creemos que eso que queremos es imposible, es decir, nos vemos incapaces de conseguir lo que queremos y actuamos de forma sencilla haciendo lo que nos conviene porque además de que nos conviene es más fácil de alcanzar que lo que queremos.
Por otro lado, habrá personas que piensen que lo que nos conviene es lo que queremos, pero yo creo que no siempre es así. Por ejemplo, casi todos los adolescentes estudiamos porque es lo que nos conviene para nuestro futuro, para poder estudiar y tener un buen trabajo, pero eso no es lo que realmente queremos.
También, podemos pensar que hacemos lo que queremos y no lo que nos conviene, pero desde mi punto de vista creo que esto no es cierto porque siempre dentro de aquello que que queremos buscamos en mayor o en menor medida lo que nos conviene. Por ejemplo, un jugador de fútbol hace su trabajo porque le gusta y porque jugar al fútbol es lo que realmente quiere, pero además le saca partido a su trabajo porque gracias a él obtiene un buen salario.
En conclusión, creo que existen diversas razones por las que actuamos así, principalmente porque somos egoístas y solo miramos por nuestro bien, también por miedo a equivocarnos y porque normalmente pensamos que lo que nos conviene es mejor para nosotros que lo que realmente queremos, e incluso porque creemos que lo que queremos es una meta inalcanzable. Desde mi punto de vista, esta forma de actuar es un gran error porque creo que ya que somos libre debemos hacer, siempre dentro de unos límites, lo que queremos.

viernes, 13 de enero de 2012

¿OPTIMISTA O REALISTA?

Hoy he pensado hablar a la vez sobre dos temas diferentes, el optimismo y la realidad, porque son términos cuyos significados son diferentes pero que a la vez están estrechamente relacionados y, además, porque estos conceptos influyen en las personas, de modo que puede haber personas optimistas y personas contrarias pero a su vez parecidas, que son realistas.
Cuando hablamos de una persona optimista, hacemos alusión a aquella persona que tiende a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, es decir, a sacar la parte buena de algo; mientras que cuando hablamos de una persona realista, nos referimos a la persona que actúa con sentido práctico o que trata de ajustarse a la realidad, es decir, que trata de ver las cosas desde un punto objetivo.

Pero, ¿qué es mejor, ser realista u optimista?
La tesis que voy a defender es que para nosotros mismos es mejor ser realista por diferentes motivos.

En primer lugar, como he dicho antes, ser realista es ver las cosas desde un punto de vista objetivo. Ver las cosas como verdaderamente son nos puede ayudar a evitar engañarnos a nosotros mismos porque si vemos las cosas como queremos verlas para nuestro beneficio en lugar de asimilarlas como son lo único que conseguiremos es engañarnos a si mismos.

En segundo lugar, la realidad consiste en conocer la verdad tal y cómo es, y asimilarla ya se corresponda con la realidad que nosotros queremos o no, pero esa realidad es la única verdad y debemos aceptarla. Además, la realidad es objetiva y que sea objetiva nos puede ayudar a ver la verdad tal y cómo es y no creer en una verdad ficticia que no existe y que posiblemente no nunca existirá.

En tercer lugar, conocer la realidad tal y como es nos permitirá no llevarnos posteriores desilusiones que se pueden ocasionar al creer en una realidad que no existe, y evitar así ilusionarnos sin motivos porque si nos ilusionamos sin tener ningún motivo de peso después nos llevaremos una decepción mayor que si en un principio hubiésemos aceptado aquella realidad que nos disgustaba.

Por otro lado ser optimista también puede tener su parte buena, porque ser optimista es pensar que algo es superable y ver nuestros problemas y fracasos de un modo distinto, es decir, sacarles su parte positiva.
Además, a veces, la realidad no es de la forma que queremos que sea, sino todo lo contrario, aquello que no desearíamos por ningún motivo, por ejemplo, es en estos casos el optimismo es verdaderamente bueno para nosotros porque éste nos hace pensar que somos capaces de superar esa realidad que en un principio nos desagradaba y que veíamos imposible, de esta forma, al pensar esto, el positivismo nos mueve a actuar en lugar de aceptar esa realidad contraria a la que desearíamos y quedarnos parados intentando aceptarla.

En conclusión, creo que de estos dos conceptos es mejor ser realista en lugar de optimista, aunque ser optimista también puede tener su parte positiva, porque el ser una persona realista nos puede ayudar a evitar engañarnos a nosotros mismos, a conocer la realidad tal y cómo es, es decir, desde un punto objetivo y simplemente aceptarla, y además nos permite evitar llevarnos posteriores desilusiones que puedan ser causadas por una percepción contraria de la realidad.
Aunque, por otro lado, ser optimista también tiene una parte buena, porque el ser optimista nos puede ayudar a superar nuestros propios retos, a tener una percepción de los problemas y fracasos que en un principio nos atormentan totalmente distinta e incluso a conocer la propia realidad aunque nos desagrade y movernos a actuar para procurar superarla.
  

martes, 3 de enero de 2012

¿QUÉ ES LO REALMENTE IMPORTANTE?

Hoy he decidido hablar sobre todo lo relacionado con la importancia de las cosas porque diariamente hablamos de lo que es importante pero, generalmente, cuando hablamos de aquello que es importante no sabemos totalmente lo que es importante o lo que verdaderamente es significativo para nosotros mismos.
Por un lado, creo que el significado de importante varía según las personas puesto que nadie somos igual que otra persona sino que existen personas diferentes, quizás por el lugar donde hayan nacido, sus creencias, o simplemente porque lo que vemos en nuestro entorno es lo que hacemos o creemos.
Mientras que para una persona que se dedique a estudiar los estudios tendrán notable importancia, para otra persona que se dedique al trabajo, el trabajo será para el lo importante. Según el punto de vista desde donde se mire el significado de importancia varía porque cada persona considera importantes diferentes aspectos.
Por otro lado, también considero lógico que todo sea importante, porque todo en mayor o menor medida tiene cierta importancia. Por ejemplo la salud de un familiar o directamente la nuestra tiene gran importancia, mientras que, se estropeé el ordenador de casa también tiene importancia pero menos que nuestra propia salud, por eso creo que todo tiene importancia, hasta el más mínimo detalle.
Por lo general lo que realmente consideramos importante la mayoría de las personas es aquello que nos hace felices, que nos gusta o que nos puede aportar algo.
La felicidad es el objetivo de cualquier persona por eso creo que es importante, al igual que lo importante varía de unas personas a otras, aquello que nos hace felices también varía según las personas o las situaciones porque quizás en un momento determinado lo que me hace feliz no es lo que en otra situación me llenaría de felicidad o lo que a mi me hace feliz a la persona que tenga al lado no le satisface, pero lo que si todas las personas tenemos en común es que consideramos que la felicidad de los que nos rodean y la nuestra propia son realmente importantes.
Otro aspecto que consideramos importante es todo lo que nos puede aportar algo, ya sea ahora o en un futuro próximo, por ejemplo una parte importante de los adolescentes consideramos importante nuestros estudios porque probablemente lo que estudiemos o si estudiamos o no condicionará nuestra forma de vivir en nuestra edad adulta, es decir, consideramos importante estudiar porque en nuestro futuro nos puede aportar algo bueno.
También consideramos importante todo aquello que nos gusta porque de alguna forma lo que nos gusta está relacionado con nuestra felicidad, por ejemplo un jugador de baloncesto considerará que el baloncesto es importante para él porque el baloncesto es lo que le gusta y jugar a él le hace feliz.
En conclusión, creo que existen diferentes puntos de vista sobre lo que es importante que varían según las personas pero que a la vez todo en cierta medida es importante, unas cosas más y otras menos pero todo tiene algo de importancia, pero en general creo que la mayoría de las personas califican como importante todo aquello que nos gusta o que nos satisface y que nos puede permitir alcanzar la felicidad e incluso todo lo que nos puede beneficiar o aportar algo bueno para nosotros ya sea en un presente o en un futuro.

lunes, 26 de diciembre de 2011

¿POR QUÉ CRITICO LO QUE LUEGO YO MISMA HAGO?

Hoy he pensado hablar sobre esta pregunta porque criticar es algo que todo el mundo hace, que es casi una necesidad,  y creo que nunca nadie se para a pensar el porqué.
Criticar es básicamente juzgar cualquier cosa, pero a la crítica a la que quiero hacer referencia no es una crítica positiva sino a la crítica negativa, es decir, a sacar la parte mala de algo. Nadie se libra de ser criticado y tampoco nadie no critica, pero unos son más criticados y otros critican más.
La crítica puede ser por diversos motivos pero creo que principalmente se debe a la envidia, por el simple hecho de sentirnos superiores e incluso por costumbre.

En primer lugar, y creo que es la razón más evidente es que criticamos por envidia. La envidia nos caracteriza a los seres humanos, pero ¿qué es la envidia? La envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno, y además yo creo que existen dos tipos de envidia: la buena y la mala. Por ejemplo, cuando dicen que envidia que guapa es, pero luego por envidia decimos pues no es tan guapa, no me gusta su pelo, etc. Empezamos a sacar cosas malas de esa persona o algo como consecuencia de la envidia y sin darnos cuenta que muchas veces por envidia imitamos lo que nos gusta, de forma que hacemos lo que anteriormente nosotros mismos habíamos criticado.

Por otro lado y relacionada con la envidia, se encuentra la sensación de sentirnos superiores y que normalmente nos gusta tanto. En este caso criticamos algo porque le damos valores negativos a ese algo y por decirlo de alguna manera asignamos valores positivos a lo nuestro, es decir, hacer lo nuestro superior. Por ejemplo, criticamos los zapatos de alguien por envidia y luego recurrimos a decir los míos son más bonitos, asignando así superioridad a nuestros zapatos, es decir, lo nuestro es siempre mejor que lo de los demás.

Por último, también criticamos por costumbre, quizás sin darnos cuenta y es que si nos paramos a pensar la mayoría de las críticas que hacemos las hacemos de forma inconsciente, tal vez porque tampoco sabemos con certeza el significado de la palabra criticar. Adoptamos la costumbre de criticar igual que la costumbre de lavarnos los dientes después de comer, por ejemplo cuando expresamos nuestra opinión sobre algo nosotros no creemos que lo estamos criticando sino que estamos expresando nuestro punto de vista, pero quizás si de lo que estamos opinando es sobre alguna persona, esa persona lo puede tomar como una crítica porque en realidad lo es. Incluso en muchas ocasiones criticamos sin darnos cuenta lo que nosotros mismos hacemos.

Criticar no creo que sea algo totalmente malo ya que muchas veces gracias a la críticas aprendemos cosas nuevas y podemos mejorar lo criticado, pero siempre cuando se haga una crítica hay que hacerla con buenas intenciones y sin intentar mediante esa crítica hacer daño a la persona criticada porque igual que nosotros criticamos somos criticados.

En conclusión, creo que criticamos sobre todo porque los seres humanos somos envidiosos, pero además porque nos gusta sentirnos superiores y otras muchas veces es que ni siquiera nos damos cuenta de que lo que realmente estamos haciendo sea criticar, aunque luego eso que hemos criticado lo hagamos nosotros mismos.